CANTECA DE MACAO
SARJA TAMBAJ
9 - Febrero - 2008
Sala Nave 8 (San Vicente de Raspeig - Alicante)

Redactor y Fotógrafo: Rafael López
Fotagrafos: Miguel Angel, Rocío y Carmen

Fusión. Ese es el mejor calificativo para describir la noche que pasamos el pasado sábado de la mano de Canteca de Macao y Sajra Tambaj. Guitarras eléctricas, semieléctricas, españolas; bajos, contrabajos, trompetas, percusiones, baterías, cajones, claves, gaitas y flautas se fusionaron con el ska, reggae, punk, flamenco, rumba, rock… para ofrecer un gran espectáculo que nos mantuvo embelesados cerca de tres horas.

Comenzó el show, desde Sax (Alicante), con Sajra Tambaj. A pesar de no contar con ningún trabajo discográfico, este grupo ya está comenzando a dar que hablar y con lo que pudimos ver, a buen seguro este grupo se convertirá poco a poco en fijo en los festivales del país y se hará un hueco entre los más grandes. Sobre las once de la noche, cuando la sala ya registraba cerca de medio aforo completo, saltaron al escenario Anna, al cante y a las claves; Abel, a la guitarra y a la voz; Antonio, a la guitarra; Miguel, a los vientos; Abellán, al contrabajo; Jaime, a la percusión y Dani, a la batería.








Abrió el show una introducción tranquilota, mostrando el buen trabajo que ha hecho el grupo para conseguir un sonido original dentro de un estilo sobreexplotado en los últimos tiempos. Una crítica a la sociedad y un mensaje de esperanza se fundían en “Hay”. Continuamos con “Sentir que estas” y “Libertad”, esta última hizo que la gente entrara en calor con un fuerte final ska.

Tratamos los malos tratos con “Bajo el mar”, en la que Miguel sacó su gaita a pasear. Por lo que se podía palpar gustó mucho al personal, esto hizo que el grupo se sacudiese los nervios del comienzo y comenzara a disfrutar verdaderamente de la oportunidad que tenían delante. Un toque ska en “¿Quién te lo devolverá?" hizo que el público entrase todavía más en el concierto.




La actuación de los sajeños tocó a su fin con “Luna,” que llevaba unos coros que ponían la carne de gallina, y “La Rosa”. El grupo aprovechó perfectamente la posibilidad de darse a conocer ante tanta gente con un espectáculo sencillo pero más que correcto en una duración de aproximadamente 45 minutos. A buen seguro que de esa noche salió más de un futuro admirador del grupo.

Faltaban escasos minutos para medianoche cuando los madrileños Canteca de Macao hacían su aparición, es decir Anita al cante; Chiki a la guitarra y al cante; Azelga a la guitarra eléctrica; Pablo al bajo; Danilo a la flauta; Guillermo a la batera; Lucía al cajón flamenco; Juantxo a las percusiones y Zulo a los malabares.

Canteca de Macao es por méritos propios uno de los grandes del mestizaje estatal, prueba de ello el tirón que tiene a los festivales que va, y sin ir tan lejos, el lleno espectacular que contemplaba la Nave8, con un aforo cercano a las mil personas.






La intro dejaba entrever que se iba a armar una fiesta muy gorda con esa frescura y energía que derrochan estos chicos. Al acabar la intro saltó al escenario Ana y adelantó que había nervios después de un tiempo de inactividad y reflexión por parte de la banda, cosa que no se noto para nada en todo el concierto. Al igual que en su último trabajo “Camino De La Vida Eterna”, abríamos con “Backastage”, un tema tranquilo que refleja las dificultades que hay en la industria musical, mientras paralelamente Zulo comenzaba a darle movimiento a las banderas. Ana estaba emocionada por semejante acogida y soltó: “Me he quedado sin palabras y tó, no se que decir”.

Entrelazando la rumba, llegaba “El tanguillo de José Ingnacio”. Subíamos muchas revoluciones al son de “La canción del no amor”, con chirigota incluida, mientras el público rozaba el éxtasis bailando ska. Sin perder la intensidad continuábamos con “Los pies en el aire” y “La flamenca”. Si algo caracteriza al grupo es la alegría y el optimismo que dan sus canciones, buena prueba de ello es “No llores”, siendo de las más coreadas en toda la noche. Recuerdo del sur, con “Pal sur”, para bajar el sofocón que nos habíamos llevado con un comienzo tan intenso.

Tuvimos tiempo para espontáneos. Gracias al buen rollo del grupo se convirtió en una anécdota graciosa. Seguimos con un rumbo más tranquilo con “Dos”, una balada con el sello Canteca, dando paso a Zulo y su espectáculo de cariocas de fuego mientras sonaba “El gachó con las pintas más cantosas de mi barrio” al comienzo, para dejar paso a un mano a mano entre percusiones y malabares hogueriles. Más de uno tuvo que pedir pañuelos para secarse la babita.




Después de este parón volvimos con “Milonga sentimental”, en la que Juantxo cambió las percusiones por el cante. En el ecuador del concierto, era turno para “Are you reggae?”, “La rabia”, “La cajita” y “Chic tu chic”. En este punto del concierto era ya más que visible la alta calidad de sonido conseguida, gracias a una buena ecualización y la buena acústica de la sala.

Llegamos a dos grandes himnos de la banda, que reflejan su carácter liberal y su compromiso con el feminismo, como son “La rubia perfecta” y “Bellas”, single del nuevo disco. Con tintes más rockeros, y con más presencia de reggae, continuamos con “Chistosos” y “Sin solución”. Remató este bloque “Que pasa?”, mientras algún Canteca miraba para arriba con preocupación por las gotas que caían. Y no es precisamente que estuviese lloviendo, estas tierras no son muy buenas en ese sentido, pero de los conductos del aire acondicionado caía alguna gota de vez en cuando.






El grupo se retiró, pero el respetable era consciente de que esto no se había acabado, y mientras unos cantaban lo de “todo el que no bote, policía nacional…”, otros lo de “una cançoneta i mo n’nanem” y el resto buscaba aire de donde fuese, salieron otra vez los madrileños al escenario. Hubo un recordatorio para el ex-ministro de los “hilillos de plastilina” y sus contratos para inmigrantes. Seguimos con “Los hijos del hambre no tienen mañana”, “Contigo” y “Tango de la disconformidad”.

Era de nuevo turno para las bocas abiertas y el babeo del personal, ya que estaban en manos de Zulo hasta cuatro cariocas, pero hubo un pequeño percance que Ana con mucho arte lo resumió: “os tengo que contar que hemos sufrido un accidente laboral, Zulo se ha metido el dedo en el ojo. Esto hace gracia pero cuando te pasa jode. Pero lo siento Zulo, te vamos a hacer trabajar más, ¡somos unos explotadores!".

Para acabar el concierto la sala volvió a llegar al éxtasis con “Alternativa libertaria” y “Somos los Canteca de Macao”, mientras la gente subía al escenario a petición del grupo dejando patente la naturalidad y sencillez que tienen estos chavales.




En conclusión, una puesta de largo espectacular, tanto en el plano musical como interpretativo, las ganas e ilusión que derrochan sus integrantes y el buen rollo que trasmiten al público. Y es que hoy por hoy Canteca de Macao tiene uno de los directos más frescos del panorama musical en el país.