DJ EL PIRATA
AMALGAMA
LÁNDEVIR
THE BIRRAS PEOPLE
05 - Abril - 2008
Sala Coyote Ugly (Alicante)


Redactor y Fotógrafo: Rafael López

Los amantes del heavy metal se dieron un gran atracón el pasado sábado. Pero no un atracón cualquiera, sino repleto de grandes ingredientes y de la tierra. El talento y la ilusion de los anfitriones, The Birras People; el folk-metal muy cuidado de los eldenses Landevir; y la experiencia y la calidad de los ilicitanos Amalgama. Todo esto amenizado por la música y los comentarios de “El Pirata”, presentador de Emisión Pirata y locutor de gran prestigio.

La sala presentaba una entrada de aproximadamente 80 personas desde que empezó el espectáculo. Los primeros en tocar fueron The Birras People, los cuales comienza a tener cierto nombre por estos lares. El grupo presenta una mezcla de rock duro y heavy metal, en la onda de bandas del calibre de Barón Rojo, Obús, Iron Maiden o Halloween.

Mientras presentaba “El Pirata”, Alex a las baquetas, Chango y Jordi a las guitarras, Sergio al bajo y Marc al cante, estaban ya dispuestos a dar caña. Comenzó el show con “Dame heavy”, un tema que no está incluido en su primera y única maqueta, “Primera Ronda”. Los seguidores de The Birras People ocupaban las primeras filas y no dejaban de animar y corear sus canciones. Algo que me sorprendió, y es que tristemente no suele ser así, es que el resto del personal, en su mayoría seguidores de Amalgama, estaban enganchados con el espectáculo que había.








El concierto seguía con temas como “Vidas pérdidas”, “Dos tierras”, la mítica versión de Barón Rojo “Los rockeros van al infierno” o “El clan de la noche”. Con respectos a anteriores conciertos, pudimos palpar una mejora en la voz de Marc; solos más elaborados, como el del “Señor de los sueños”.

El concierto llegó a su recta final con “Espejismos”, un tema que presentaban, “Destruir y masacrar”, “El fin del camino” y “Va estallar el obús” de Obús. Los escasos tres cuartos de hora con los que contaba el grupo, fueron bien aprovechados. Se les pudo ver a los cinco enormemente concentrados. Quizás faltó un toque más de alegría al tocar, dando mayor dinamismo de cara al público, como lo hacen en la versión de Obús, con esa coreografía característica.

Después de la información que dio el Pirata sobre la avalancha de festivales, era turno de Lándevir, que presentaba nuevo trabajo, "Inmortal". Haciendo un poco de historia, este grupo comenzó hace unos diez años en Elda. Desde entonces tres discos, una maqueta y un pequeño hueco en el heavy del país atesoran a esta banda compuesta por Pablo a la flauta, Jose a la batería, Jose María a la guitarra solista, Carlos al violín, Franciso a la voz y guitarra rítmica e Iván al bajo.








Desde la primera canción, “Deuda eterna”, que también es la primera del último disco, captamos la esencia de Lándevir. Una base guitarrera fuerte fusionada con una flauta y violín que dan el toque celta bajo la dirección potente de la batería, fusionando estilos, desde el rock ochenteno hasta el heavy más duro, pero con un ritmo director similar en la mayoría de fases.

Y bajo esta pequeña descripción fue transcurriendo el show con temas como “El último adiós”, “Palabras de cristal” o “Noches celtas”. Esta última es la que más me gustó, un tema instrumental tranquilo muy melódico con la gran aportación de flauta y violín y con diversos cambios de ritmo.





Me sorprendió el hecho de la escasa gente que había venido a ver al grupo, aunque eso sí, la gente que vino a verlos estaba muy entregada. Y a ellos y ellas iba dedicada “Recuerdos”. El show concluyó con temas como “Alba”, primer single del último disco, un solo de Jose María y “Las mil y una noches”. Las sensaciones que me dejó el show eran muy dispares. En cuanto a las positivas, contar la calidad de todos los componentes a la hora de tocar, la gran voz de Francisco y la vitalidad que da la inclusión de violín y flauta. Las negativas… la excesiva linealidad que tenían la mayoría de temas y el hecho de que faltaba un puntito de compacidad.

Llegamos al plato fuerte de la noche, Amalgama. Antes del concierto hablaba con Tomás, cantante del grupo, y pude palpar que no había una chispa de nerviosismo y es que no en vano pesan los años, y ya son 12 con cuatro discos y dos maquetas en el mercado. En este momento se encuentran componiendo temas para el siguiente disco de estudio.

Eran las 3 cuando Gabriel a la batería, Almela y Rafa a las guitarras, Carlos al bajo y un auténtico showman a la voz Tomás, comenzaron con la intro “Marcha imperial”, en la que la aleación entre la técnica de las guitarras y la contundencia de la batería hacían las delicias de un público de todas las edades que reventaba la sala, con capacidad para unas cien personas.




Ya con Tomás en el escenario, fueron cayendo “El horror” y “Mi prisión”, de su último disco “Desde El Infierno”, de la que se puede palpar un heavy potente y ante todo actual y fresco. Volvemos a los dos primeros trabajos discográficos, “Esclavos De La Ira” y “Sui-Generis”, con “Siente el dolor” y “El lado triste” respectivamente. La conexión público-grupo era total, gracias a la naturalidad que muestran estos chicos y el derroche de fuerza y expresividad que le echa la voz.

El particular homenaje a Guns n´ Roses tuvo lugar con la balada “Rosas”. Poco a poco nos adentramos en el ecuador con temas como “Mi obsesión”, “C.O.D.A.” “Mártir”, de los mejores de la noche y “Sin perdón”. Decía Tomás que su hermano Gabriel se había empeñado en recuperar “18”, y la verdad es que no se equivocaba porque solo con ver el solo que hizo Rafa, con un despliegue de técnica y velocidad brutal, mereció la pena ir a ver todo el show de la noche.

Recordamos a Queen, con la versión de “I want it all” y a Led Zeppelin con “Rock and roll”, en las que vibramos como si realmente estuviéramos viendo a las dos bandas originales. Entre medias de estas dos salió el pequeño de los Marín, Roberto, cambiando su puesto con Almela, para tocarse “Ángel”. Cerró el concierto “algo muy heavy muy heavy”, como dijo en otro concierto el vocalista, como es “Olvidando”, un tema veloz con gran despliegue en el solo y en la voz, con algún cambio de ritmo progresivo.






Gran concierto de Amalgama que se encuentran en un estado soberbio y que ofrecen un espectáculo soberbio allá donde van. A destacar un detalle encanta de todos los grupos, ya hagan el punk más guarro del mundo o sean más heavys que una lluvia de hachas, y es que cada canción tenga algo que decir, que cuando escuches la cuarta canción no te parezca igual que la segunda y similar a la tercera. Y es esa versatilidad la que distingue a los grupos que saben hacer música de los que simplemente encuentran un ritmo y solo se dedican a rellenarlas con letras por encima…

Más tarde siguió “el Pirata” pinchando música, hasta el amanecer, pero nosotros ya habíamos cubierto enormemente nuestras necesidades musicales y nos retiramos a descansar.